lunes, 3 de diciembre de 2012




Hay una canción que será mi final

Nos reunimos en el mismo café
en la mesa que siempre escogías
junto a la maceta de gardenias,
donde como mancha gigantesca
entraba el sol.

Te veías mal,                           
el cabello despeinado,
la boca blanca como la sal,
tu frente empapada de sudor
y no dejabas de preguntarte una y otra vez
¿fue mi culpa?... 

En el lugar había una canción de fondo,
que preferí ponerme a escuchar:

- Hay que vivir para ver
como ha sabido crecer
tanto misterio en la flor
hay que vivir para ver
cuanto es difícil saber
que signo lleva el amor… -


tus dedos arrugaban una servilleta
y tus ojos miraban hacia todos lados
menos hacia mí.

Unos minutos después empezaste a hablar:
-Amanda y yo salimos 
fuimos al Tarareo
tomamos un par de tequilas,
Esperé a que llegaras como sueles hacerlo
pero no llegaste,
así que ella se quedó al café negro
ese que se antoja de madrugada
cuando el alcohol ya no cabe.

Pasó el tiempo y me quedé dormido
ausente en el sofá junto a ella
parecíamos un cerro,
un mar de lava brotaba de su ser
de entre sus piernas, después…
perdí el sentido cuando me sumergí en ella...

Yo escuchaba cada palabra
parecían anclas cayendo dentro de mi cabeza
no supe más que decir.

Seguí escuchando aquella canción de fondo
que estaba por terminar:


-Hay una canción que se va cuando llego
sospecho se trata de un tema total
un ama de llaves de todos los juegos
un pájaro eterno y un sol colosal
Hay una canción que me esconde su fuego
hay una canción que será mi final.




Eurydice Calliope


1 comentario:

  1. Que espectacular escribes... de entre tantas maneras que existen... leerte es la forma mas sublime y elegante de entrar dentro de ti...

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